Cuando yo empecé a montar en bici, allá por finales de los 80, las cosas eran más sencillas, no hacía falta elegir, si estabas en las categorías de «escuelas» el desarrollo te lo imponía la propia categoría (aunque alguno intentábamos colar un par de dientecillos más de plato), mientras que los ciclistas aficionados llevaban platos de 42×53 y piñones del 12 al 21 o 23. La cosa estaba bien clara, todo el mundo llevaba eso, y con eso tenías que llanear, subir, esprintar y lo que se pusiera por delante, tuvieras fuerza o no. No es que no existieran otros desarrollos, ya hace muchos años que se usaba el triple plato para carretera, es que simplemente, era lo que había y no te comías mucho más la hoya. Recuerdo que los menos dotados para la escalada, nos las veíamos «putas» para afrontar puertos como Navacerrada con un espartano 42×21, y no te digo si tenías que enfrentarte a puertos con rampas al 17%, entonces la cosa dejaba de ser divertida, y el simple hecho de coronar era todo un reto que no estaba al alcance de todos.
Pero los tiempos cambian, los adelantos fueron llegando al ciclismo, y el merchandising y el aumento del consumo generalizado, hizo del ciclismo un mundo mucho más variado donde elegir accesorios para tu bicicleta, y de esta manera, también se abrió el abanico de posibilidades en cuanto a los desarrollos. A esto también contribuyó la popularización del MTB, que a muchos abriría el camino, para coronar cimas antes imposibles, con esas máquinas con ruedas como tractores, con las que decíamos, que se podía subir casi todo. Con la llegada del MTB, el triple plato, que ya existía años atrás, fue visto como una opción más para montar en bicicletas de carretera, hasta el punto que ciertas marcas ya montan algunas de sus versiones más altas con este desarrollo.
Unos años más tarde, llegó el compact, que abrió de golpe un gran abanico de posibilidades, un desarrollo con el que se pueden subir rampas relativamente duras a una gran cadencia, sin tener que llevar la aparatosidad de los 3 platos y con un desarrollo para rodar, el 50×11, muy versátil para ir en llano y en la mayoría de las bajadas. Con los años se ha ido convirtiendo en el desarrollo favorito de los cicloturistas. Por el contrario, en categorías de competición, como son Elite, Senior o Master, el uso del 53×11 es casi imprescindible, debido a que los recorridos son demasiado rápidos, por la falta de puertos con muchos kilómetros con grandes porcentajes. En recorridos en los que se saca más de 40km/h de media, el desarrollo compact no tiene mucho sentido, incluso te puede penalizar durante algunos tramos. En el mundo profesional, la combinación más elegida actualmente es el 39×53, aunque en muchas ocasiones, dependiendo de los recorridos, pueden combinar platos de 42 dientes para el pequeño, incluso, utilizar desarrollos compact 34 o 36×50 en las etapas más duras, donde hay puertos como Mortirolo o Angliru, con el fin de asegurar una gran cadencia durante el ascenso.
Creo que, para hablar de algo, no solo vale con teorizar, y no hay nada como haber probado casi de todo para poder hablar sobre ello. A continuación, voy a comentar los pros y los contras de alguno de los desarrollos que he probado:
Desarrollo Clásico (Platos 42×53)
Ventajas:
- Pocos saltos entre piñones y poco salto entre platos. Asegura el mantenimiento del ritmo constante.
- Con el nuevo desarrollo de 11 piñones de Campagnolo se pueden montar coronas sin ningún salto.
- Suavidad en el cambio de desarrollo.
- Estéticamente atractivo.
- Garantiza desarrollo suficiente para la competición con pocos desniveles.
Desventajas:
- Desarrollo insuficiente para puertos largos y pronunciados para ciclistas de nivel medio.
- No se garantiza una cadencia optima en algunos terrenos.
Desarrollo Convencional (Platos 39×52)
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Ventajas:
- Suavidad en el cambio de desarrollo.
- Estéticamente atractivo.
- Garantiza desarrollo suficiente para la competición con pocos desniveles.
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Desventajas:
- No se garantiza una cadencia optima en algunos terrenos.
- Demasiados saltos entre piñones para terrenos llanos con pocos desniveles.
Triple Plato (Platos 30-39-53)
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Ventajas:
- Amplitud de desarrollo disponible. Desarrollo óptimo para escalada y desarrollo óptimo para el llano.
- Permite un desarrollo ideal para utilizar cualquier cadencia.
- Garantiza desarrollo suficiente para cualquier tipo de competición.
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Desventajas:
- Estéticamente poco atractivo. Es criticado por algunos ciclistas como un elemento de ámbito «globero».
- El cambio de plato tiene un tacto menos suave.
- Mayor peso.
Desarrollo Compact (Platos 34×50)
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Ventajas:
- Desarrollo suficiente para subir practicamente cualquir desnivel utilizando una corona de hasta 28 dientes.
- Con una corona de 11-23 se consiguen pocos saltos entre piñones.
- Permite ir más tiempo co el plato grande sobre todo en terreno sin demasiados desniveles.
- Cambio de platos suave.
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Desventajas:
- Desarrollo insuficiente para carreras en línea con mucho llano y bajada.
Otras Combinaciones (Platos 34×52)
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Ventajas:
- Desarrollo suficiente para subir prácticamente cualquier desnivel. Pudiendo utilizar una corona de hasta 28 dientes.
- Con una corona de 11-23 o 11-21 se consiguen pocos saltos entre piñones.
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Desventajas:
- Cambio de platos brusco. Al bajar el plato es posible que se salga la cadena si no se lleva un piñón intermedio. Esto lo hace poco atractivo para la competición.
Con esto, lo que quiero concluir, es que dependiendo del uso que le vayas a dar a la bicicleta, una u otra combinación puede ser la adecuada. Cada desarrollo tienes sus pros y sus contras y en realidad no existe un desarrollo perfecto que sirva para todo, por ese, lo mejor es conocerse y saber dónde te metes para saber qué es lo que tienes que llevar. Por otro lado, con las coronas de 10 y 11 piñones, el abanico de combinaciones es impresionante jugando con coronas de 11-21 hasta 11-28.
En mi opinión, el desarrollo clásico de 42×53 es ideal para terrenos como el de nuestra Vega del Jarama y para competiciones sin subidas pronunciadas. El desarrollo convencional de 39×52 es muy versátil para este mismo terreno para personas de un nivel menor o ciclistas a los que les guste ir más suelto de desarrollo, de hecho, montando un plato de 53 dientes creo que es el desarrollo ideal para la competición en casi todos los terrenos, combinando con diferentes coronas de piñones. Por otro lado, el triple plato, es un desarrollo muy indicado para personas con un nivel inicial o que quieren tomarse el ciclismo con más tranquilidad, además de aquellos a los que les guste subir por sitios imposibles, entre los que yo mismo me incluía hace unos años. Y para concluir, creo que el compact, es actualmente el desarrollo ideal para todo tipo de ciclismo que no incluya competición en terreno llano o circuito. Yo actualmente, estoy probando una combinación extraña de 34×52 (compact+clasico) que va muy bien, pero que creo que no es recomendable para la competición porque el cambio de plato grande a pequeño, es demasiado brusco y en ocasiones puede salirse la cadena, de hecho, la única vez que se me ha salido, ha sido en el cerro Garabitas de la Casa de Campo, en medio de una carrera, y me quedé bien tirado.
Publicado en 2009.