El pasado domingo 11 de julio unos cuantos integrantes del GD Mulero, nos acercamos a Pucela a participar en la LII edición de la Carrera del Carmen de Valladolid. En esta ocasión, con un recorrido de 110km y con la participación de las categorías de M30 y Senior.
El recorrido con predominio de llano, salvo por 2 subidas, la primera de unos 2km al 5% y la segunda de algo menos de 1,5km, pero con unas rampas que llegaban al 15% en algunos momentos.
La salida se dio a las 11, y ya teníamos más de 32º de temperatura. Un día estupendo para ponerse morenitos, ya que con más de 2h y media de carrera, llegaríamos a la hora en la que se puede freír un huevo sobre el capo del coche. Tanto es así, que cuando llegamos, las calas de las zapatillas se quedaban pegadas en la brea derretida de la calzada. Una pasada.
Nada más dar la salida, las leches se fueren sucediendo una detrás de otra. En un terreno bastante llano, y con una cierta brisa de cara, daban ganas de salir a rueda de lo que se moviera. Del GD Mulero íbamos Javier Perez (Javi80) y Raul Tortonda (Elkalamar) y un servidor, y aunque yo preferí esperar a las subidas, convencido de que no llegaría ninguna de esas escapadas, Javi y Raúl estuvieron atacando y saliendo a los ataques de todo lo que se movía. Por desgracia para nosotros, en uno de los pocos ataques en los que no estuvimos, se formó un grupo que rodó bastante fuerte y se fue distanciando poco a poco del grupo. Esto ocurrió en el km 35 más o menos. Elkalamar se metió en otra escapada a la persecución de este primer grupo de 15, pero la falta de entendimiento, hizo que no pudieran cazarlo.
Mientras tanto, por detrás, Javi80 y yo, nos quedamos en una situación extraña, con un grupo de 15 tíos por delante, otros 6 o 7 detrás de ellos, y el pelotón en el que íbamos nosotros y del que no tiraba nadie. Según el acta de los jueces, había 51 inscritos, con lo que en este grupo iríamos menos de 30 tíos. Mal rollo.
Ante la rabia de quedarse fuera de carrera, Javi80 intentaba tirar del pelotón para intentar acercarnos a los escapados, pero al mismo tiempo, había numerosos intentos de fuga, con lo que aquello no iba a buen puerto. Ante la situación surrealista que llevábamos, pasé a echar una mano a Javi y junto con otros 3 corredores que se animaron, hicimos una rueda con bastante buen entendimiento, lo que nos sirvió para trincar al grupo intermedio, en el que había habido parón por falta de colaboración.
En este punto, ya solo quedaban por delante el grupo de 15. Por detrás, una vez nos juntamos, la desidia se apoderó del pelotón totalmente, y básicamente la carrera se convirtió en un entrenamiento. Algunos corredores junto con Javi se fueron para delante y estuvieron remando hasta la meta, pero tampoco consiguieron coger al grupo de delante. Al parecer, en el grupo de 15 que lideraba la carrera, hubo varios ataques en las subidas, y se fraccionó en otros 4 pequeños grupos, con 5 unidades en primer lugar, que llegarían escapados para disputar la carrera. En meta dieron fuera de control para todos los participantes excepto para los 15 primeros. Curioso.