II Trofeo MTB de Parla 2006
El 23 de abril celebramos en Parla el II trofeo MTB. La organización corrió a cargo del club ciclista Roselin, lo que quiere decir, que yo mismo participé en la organización, ya que actualmente pertenezco a la directiva del club. Escogimos un circuito sencillo pero que tenía su dureza gracias a dos fuertes repechos que cruzaban sobre la vía del tren y a una prolongada subida de 1,7 km, todo ello dentro de un circuito de 4 km. El circuito carecía de dificultad técnica, ya que por la zona no es fácil encontrar trialeras, si bien, no faltó la competitividad gracias a la dureza garantizada por las subidas.
Pretemporada. En cuanto a mí, se trataba del primer test de la temporada para probar las sensaciones del nuevo año. La preparación hasta este momento, había consistido en dos sesiones de spining de 40 minutos a la semana, algo de natación para fortalecer el tren superior y la sagrada salida de los Domingos, eso sí, sin entrar demaseado en las guerrillas de la peña. Además, desde el cambio de horario en abril, había cambiado las sesiones de spining por sesiones de casi dos horas de bici los martes y los jueves para intentar ir mejorando la forma poco a poco.
Las primeras sensaciones de la temporada fueron buenas, estuve haciendo el test de la hora, que para mí consiste en dar vueltas al circuito tipo «monza», que tenemos en Parla, durante una hora y comprobar los kilómetros recorridos. Hice 35 km, lo que me sitúa a solo un km de los 36 que conseguí recorrer el año pasado. La verdad es que, para ser abril, creo que estoy yendo bastante bien, sobre todo, respecto a la temporada anterior, y es que se va notando que queda algo de forma de un año para otro. En las subidas, también me estaba notando bastante fino, pero todavía con la sensación de poder mejorar. De peso, 80 kg, algo pesado, pero la verdad es que desde Navidades no he podido bajar de ahí. En conclusión, buenas sensaciones, pero yo sabía que esto no sería suficiente para estar delante en la carrera, si se cumplían las expectativas creadas por las solicitudes de inscripción que nos estaban llegando al Club y que auguraban un nivel bastante elevado.
El día de la carrera. Cuando llegué a la zona de la carrera, me di cuenta de que aquel día no levantaría un trofeo. La verdad es que por parte del Club lo que queríamos era que viniera mucha gente y con el mayor nivel posible, y así fue. En mi categoría fuimos 36 corredores y tuvimos el «honor» de correr con ciclistas con licencia Elite y Sub 23. Nada más dar la salida, salió disparado un corredor y pronto lo perdimos de vista. Llevaba un ritmo endemoniado, y parecía que nos quería doblar a todos. Se trataba de Jaime Diaz López del Club Nambroca y fue el ganador. En esta ocasión decidí intentar seguir al grupo de cabeza desde el principio de la carrera, a diferencia del año pasado, que empecé a mi ritmo para ir mejorando en cada vuelta. El resultado no fue muy bueno, ya que después de la primera subida larga me di cuenta de que no podría seguir ese ritmo, si bien durante la subida había aguantado el empuje de los primeros, cuando empezamos a bajar estaba exhausto para seguir el ritmo que imponían estos corredores. Tuve que soltar a un grupo de cuatro, con lo que por delante tenía al escapado y a este grupo, lo que me situaba virtualmente en la sexta posición. A falta de dos vueltas y media, me pasaron dos corredores más, relegándome a una octava posición que sería mi puesto final en la meta. Desde luego, creo que podría estar más adelante si hubiera sido más conservador en la salida, pero eso solo es una suposición. Las sensaciones fueron buenas para estas alturas de temporada, subiendo sobre todo me noté que aguantaba el ritmo de delante, aunque las recuperaciones me pasaron una mala pasada. Habrá que seguir mejorando durante la temporada.