Podría empezar contando una sarta de excusas e inconvenientes que hicieron que pegara una explosión importante en esta ruta, pero como es un tema que aburre a los muertos, mejor contaré lo positivo, y es que tenía muchas ganas de montar en mtb y darme una palicilla de las buenas. Misión cumplida.
Como no tenía que recoger dorsal porque se me pasó el plazo de inscripción, aproveché para ir más tarde y llegar con 10 minutos de antelación. Sin prisa me fui para la meta y allí pude saludar a algunos roselines y varios mangurriales de la Vega. Cuando se dió la salida, me coloqué en cabeza y pronto llegaron Cubic, Jaby80 y Quintanilla, charlamos un rato durante la neutralizada, y pronto se dió el pistoletazo de salida. La primera parte transcurría por una zona de huertas con numerosas curvas en L, que hacían bastante látigo, y pronto se formó un grupo cabecero de unas 30 unidades donde tiraban principalmente los «Café Camali» y también andaba por allí el invitado de honor, David Arroyo.
En el km 10 ya se había formado un grupo de unas 20 unidades del que decidí descolgarme porque me pareció un ritmo demasiado alto para tanta ruta. Nada más entrar en la Via Verde de la Jara, en el km 20 más o menos, vi a Javi en la cuneta que había pinchado y me paré a dejarle la bomba y seguí mi camino porque sabía que luego no iba a poder aguantar su ritmo, unos kilómetros más delante, aprovechando un parón en cabeza, conseguí volver a enganchar con el primer grupo, y fui con ellos hasta el km 60 mas o menos. La transición por la vía verde la hicimos bastante rápido, aunque se iba cómodo metido en el grupo a velocidades en torno a los 30-35km/h. Aproximadamente en el km 60 dejamos la vía verde y entramos de lleno en lo duro de la jornada, una zona de subidas enlazadas con muchísima piedra que hacía que tuviera que darlo todo para poder ir con los primeros, y pronto vi que ese no era mi sitio, me descolgué e intenté poner un buen ritmo para afrontar la subida, pero de repente, demasiado pronto, me vino un pequeño bajón y tuve que bajar el ritmo bastante.
Los kilómetros iban pasando, y se iban sucediendo momentos en los que podía poner mi ritmo y pasar a gente, con momentos en los que daba pedales con el peso de las piernas, con una petada importante. Así llegué al km 110 más o menos, donde había una última subida y en la que llegué al estado de vacío casi total (el vacío total solo se siente en El Soplao). Por suerte, me pasó Felipe que venía haciendo la ruta de 80km (coinciden las rutas al final) y me dio un gel y agua, y pude volver a meter algo de energía en las piernas para dar el último tirón hasta la meta.
Al final la cosa no se dio tan mal. Así a ojo, había calculado unas 5 horas, a 25 de media. Pero al final pude hacer el recorrido en 4h49′ y puesto 28º de 1500. Unos minutos antes, habían llegado Quintanilla (18º), Cubic (23º) y Javi (25º) que después de pinchar 3 veces, había conseguido remontar y volver a estar delante.
Madre mía, en que berenjenales me meto. 5 minutos antes de empezar, estuve a punto de ponerme en la cola de la marcha, y hacerla tranquilamente charlando con la gente y observando el paisaje, pero por alguna razón, tuve que irme para delante a darlo todo. En fin, semos así, que le vamos a hacer. En el fondo me lo pasé pipa, para que nos vamos a engañar.
Petadon!